Revista Contante y Soñante 9

lunes, enero 30, 2006

CUATRO SABORES

SENTIDO DEL GUSTO-EXPOSICIÓN (9)

CHOCOLATE: En el momento en que se lleva a la boca reviven las anteriores experiencias con este delicioso sabor, ya casi nadie se acuerda de cuál fue la primera vez. Se recuerda el chocolate líquido de la mañana en la taza, se recuerda cada una de las chocolatinitas Jet que todo colombiano ha comido en su vida, se recuerda la Fábrica de Chocolates de Tim Burton, la forma del cacao, la mancha café en los dientes, la velocidad con que se deshace en la boca, la suavidad al tragarlo; su dulzura o su amargura, dependiendo del tipo que sea; el color, su textura derritiéndose en los dedos (a menos de que sea M&M´s); el empaque, que algunos coleccionan; se recuerdan los que se han regalado: chocolatinas, cajas de chocolate, bombones, cuadritos de una barra, trufas, perros labradores chocolate, etc. Se siente su olor, luego se come y todo esto se concentra entre la lengua y el paladar –que no lo creen- que lentamente lo van diluyendo hasta que sea una dosis de energía para el cuerpo y un dulce recuerdo más.

VINO TINTO: Un poco ácido, cálido, rojo, con un toque de amargura; rápido en la boca, veloz garganta abajo. Parece que en el estómago se quedara dando vueltas como lo hacía en la copa, porque el vino sabe bien si se toma de una copa, sino, no sabe a victoria. Te deprime o te alegra, tu sorteas. El segundo trago afirma los rastros de madera, hueles el corcho por el lado humedecido luego de sorberlo, tu aliento está impregnado del olor del vino, tanto como los viñedos de su procedencia. Al tercer trago empiezas a enamorarte de la huerta, de los campos provinciales. Al cuarto, te arropas de nuevo en su olor. Ya los próximos tragos contribuirán a que tu mente se sienta como el vino lo hacía en la copa. Para qué compañía si estás tomando vino tinto: la sangre de racimos de uvas Merlot o Cabernet Sauvignon recogida en una botella.

GALLETAS DE MANTEQUILLA: Primero hay que comprarlas, o si te las regalan mejor. Una referencia: en el centro de Medellín, al costado norte del puente de Villanueva hay un lugar donde venden unas galletas maravillosas. Luego de obtenerlas se destapan con mucho cuidado, ¿cuidado de qué?, de que los impulsos maníacos no se las devoren en un santiamén. Las sirves en un platillo, si quieres traes leche para acompañarlas, sumergirlas, ahogarlas, ablandarlas, devorarlas suaves. Sino, se quedarán crocantes, se podrán resquebrajan entre los labios, los dientes y tus dedos. Música de fondo para atizar el rito, compañía para que sepan mejor. Se huelen, se sienten, se tocan, luego se escoge una, se toma con certeza –ellas no se enfadan por que se las coman, pues para eso fueron ideadas-, se le sacuden las harinillas y luego se introducen en la boca, se mastican y se comen, ¿a qué saben? Averígüenlo ustedes.

REMOLACHA: beta vulgaris (del latín Armoracia, rábano silvestre.) Para empezar, tiene un color muy fuerte, y para tener un color tan impresionante no sabe a nada. Bueno, sí sabe a algo, sabe a remolacha, pero es un sacrificio exagerado para tan poco sabor. La contextura es húmeda, un poco babosa, aparentemente firme aunque frágil, fría, simple, morada, fofa. Por fuera el aspecto es envejecido por acción de la tierra. Se sirve mezclada con zanahoria y demás ingredientes de una ensalada, contrastando los colores de ésta –único punto a favor, aparte de que de ella se extrae azúcar-, pero aumentándole un sabor a nada procedente de ese cubo morado, intruso en el plato y el paladar de unos, bienvenido en el de muchos.

AQUÍ ES MÁS BARATO

SENTIDO DE LA VISTA-DESCRIPCIÓN(8)

En los barrios, las tiendas usan nombres aparentemente sencillos, pero en verdad gran parte de las veces es un grito silencioso que el propietario deja salir luego de haber estado cavilando en su interior. “La Esperanza”, “El Porvenir”, “El Recuerdo”, son rótulos que llaman a su significado, son un llamado a gritos de prosperidad, bienestar o tal vez de clientes para “aguardienticos”, o tal vez no son nada.

Un caso diferente vive el centro de Medellín, los gritos que emanan los avisos de los locales comerciales son vacíos, sólo esperan acaparar atención y por ende, clientes; decirles que “aquí es más barato”, escondiendo el “pero con menos calidad”. Son avisos “diseñados” para que se parezcan a los de almacenes altamente reconocidos y concurridos. Por ejemplo, en la avenida Oriental, justo en frente del ÉXITO de San Antonio hay un almacén –no sé de qué- que se llama “EL EXI”, y tiene los mismos colores y tipo de letra que el hipermercado de enfrente. ¿Para qué? Tal vez quieren bañarse con un poco de la gloria que estos almacenes han ganado con tiempo y capital. O acaso creen que un transeúnte (no me refiero al periódico) desprevenido se tope con este local y decida entrar a comprar un kilo de nueces de Macadamia, o una camisa Custer, que casualmente sólo se encuentran en el ÉXITO (y no me refiero a triunfo, que quede claro). Así como estos, hay otros que se dignan a adulterar el nombre del almacén que por años se ha ganado el reconocimiento de los paisas, para que quede parecido, por ejemplo “Mil y una Variedades” o “Mil utilidades” queriendo asemejar a ya sabemos quién y confundir a quién sabe quién. Pero lo único que despiertan en mí es asco, ante la ineptitud para crear o por lo menos consultar un nombre que le dé IDENTIDAD a su local. Ahora bien, tal vez no sea así, tal vez no sea nada. Tal vez deba ser así, para que sigan brillando los que siempre han brillado, los que se toman la molestia de contratar a un creativo o por lo menos exigirse más en su nombre, di tú “Melodie Lounge”, “El Acontista café”, “Café Colombo”, inclusive “Variedades Tacamocha”, poco conocida, con poco estilo, pero por lo menos con un nombre realmente propio.

DIME CÓMO VISTES Y TE DIRÉ QUÉ LEES

SENTIDO DE LA VISTA-ENSAYO (7)

En Medellín la moda –tanto como la arquitectura- es inevitablemente sectorizada, ya sea por el factor socio-económico o cultural. No es un efecto visual simplemente, sino, el resultado de un proceso de alienación o búsqueda de identidad que se da a cabo en el interior del individuo. ¿Por qué puedo afirmar esto? Por la Observación que va más allá de lo textil.

Caminar por las calles de mi ciudad es un ejercicio –aparte de físico- para la admiración y la reflexión. En primer lugar porque los lienzos donde la belleza femenina se desborda pasan por el lado a todo momento y ubicación; y en segundo, porque el tipo de atuendos, la combinación de prendas y la convicción con la que caminan los sujetos a observar tienen factores para considerar aparte de lo externo. Una forma de vestir refleja muchos aspectos íntimos de la persona: la confianza propia, los anhelos y fobias, los gustos musicales, el nivel de ingresos, la ocupación actual, la frecuencia con que lee, entre otros.

El hecho es que la forma de ataviar los cuerpos es, aparte de un dilema, una respuesta latente a una necesidad de identificación rápida y efectiva para los encuentros furtivos que se dan a todo momento en el curso de un desplazamiento. Aquí es donde vienen los repartimientos de apariencia. La forma de vestir de una persona varía dependiendo de su ubicación u ocupación; en el trabajo usará su uniforme o un atuendo moderado –a no ser de que se trate de una “bar swinger”- y en su tiempo de ocio usará una ropa que exprese más su personalidad y forma de pensar.
Ahora, no sólo la actividad, sino también el lugar define los atuendos. Hay sectores de Medellín que se diferencian notablemente, y no es que estén identificados por la ropa, sino por la ideología. En el conjunto residencial Carlos E. Restrepo se respira un aire intelecto-cultural, un ambiente universitario. En el Parque de El Periodista, la ideología es punk, bohemia, depresiva y rebelde, por lo que los atuendos se mueven en ese rango de estilos. En la Villa del Aburrá los aires son rockeros y cerveceros, así los colores palidecen y estriban en la oscuridad. En el parque de La Milagrosa, la ideología es de cortejo primitivo, así que los colores vistosos, las pertenencias materiales y terrenales, y los rituales de cortejo priman; junto con las conversaciones profundas acerca de la última “farra”, “tus zapatos marca ...” y “todo lo que no nos haga parecer pobres”. Del Parque Lleras no hablaré, pues no hay por dónde mirar, ya que el dinero y la silicona no dejan espacio ni al menor pensamiento inteligente.

lunes, enero 23, 2006

LA MASCOTA QUE NO HE TENIDO

DESCRIPCIÓN DE UNA MASCOTA (3)
Un dálmata, macho, flaco y veloz; tiene una oreja negra y la otra sin manchas, la cola es negra. El hocico es largo, los dientes bien filados y afilados. Es mi amigo, me escucha, lo escucho, jugamos. Duerme en la sala, en un tapete rojo, se levanta temprano y da vueltas por la casa mientras yo duermo, tiene un estiramiento ritualizado, me espera, luego de un rato me va a despertar, pone la cabeza en la cama y refunfuña suave para que me despierte. Me voy y se dedica a esperar a que llegue, pero no se deprime, él tiene cosas que hacer, no sé qué pero las tiene y las hace. Cuando llego en la noche nos vamos a dar un paseo, saca la lengua mientras camina, huele indiferente, espera en las esquinas a que pasen los carros, me hala hacia un olor a fémina que busca desde que salimos, me guía, la verdad es él el que me saca a pasear. Se acerca y se va impacientando, cada diez metros me mira buscando aprobación y apoyo, yo le devuelvo un ladrido, él ríe, como ríe un perro. Se avecina y a la vez se impacienta, siente lo mismo que yo en la espalda..., camina disimulando la ansiedad, da la vuelta a la esquina y ahí está la dálmata, se saludan, ella va con su dueña, que es bella, tengo buena estrella.

RECUERDO EVOCADO

DESCRIPCIÓN DE UNA PERSONA (2)
J.C.Z.V.: Una joven delgada hasta el punto exacto de belleza (subjetiva); su cabello es negro oscuro, suelto, liso y brillante; su cara de facciones delicadas: ojos negros grandes, cejas arqueadas, labios rosas, delineados y finos, la nariz afilada y pequeña, la piel: inmaculada y sana. Cuello largo, espalda pequeña como los senos, cintura “implotada”, manos largas, delgadas y dedos finos con las uñas pintadas con todo el glamour. Piernas largas y delgadas también, cadera firme, tiernos sus dedos de los pies. Perfecta. De carácter alegre, muy jovial, sin complejos, con una voz femenina quebradiza y acogedora, con la mirada firme hacia delante, amigable con quien se lo merece, amorosa con quien más, conversadora, bilingüe, sensual, trabajadora, estudiosa, liviana, con estilo, sin orgullo, ve la vida desde otro punto, madre. ¡Dibújala!

IL MAGRO y Ellos

AUTOBIOGRAFÍA (1)
MAGRO, IL: Para empezar, autobiógrafo sin experiencia, estudiante de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia y cuentero de la Corporación Cultural VIVAPALABRA. Nacido en Medellín (y residente) en septiembre 1985, un lunes 2 en el que el trasbordador Discovery iniciaba su regreso a la tierra, lunes en el que unos obreros bolivianos iniciaban una revuelta. De su corporalidad, se conoce como flaco, magro; de su estado mental, no hay comentario acertado, ni por parte de él ni de sus allegados o disidentes y conspiradores.

Dirige una revista que se hace llamar la única especializada en Cuentería en toda Latinoamérica y la verdad es que es cierto, se llama Contante y Soñante (la revista, no él, se entiende). Los 2°s 3°s y 5°s domingos del mes, de 10:30 a 11:00 am, por los 1.410 AM de la emisora de la U. De A., se le oye hablar del Sol de los Domingos, de cuentos y de agendas locales a las que invita a asistir a los oyentes, sin tener en cuenta que están a más kilómetros que olas tiene el mar Caspio.

Camina por necesidad, camina por poética y locura; come dulces por necesidad, los come por deleite y energía; cuenta cuentos por necesidad, los cuenta por goce y desahogo mental; escribe por necesidad, escribe lento y lee rápido. El hecho es que necesita varias cosas para vivir pleno, el dinero no lo preocupa, le preocupan las alas cortadas.

No se ha quebrado un solo hueso del cuerpo y por su piel no ha paseado una aguja punteadora. Por su corazón sí han pasado arpones, se han quebrado edificios de sueños y marchitado campos de flores que huelen a futuro, pero todo ha vuelto a florecer, ha sanado.

Ningún apodo o remoquete conocido, nada más que tergiversaciones de su nombre: Magricio, Magril, Maugro, Maugrito, IlMa, Mao. La música lo persigue a gritos sigilosa; o él la persigue a ella, a gritos sigiloso. En su mente hay y habrá siempre una canción de fondo, una banda sonora para la vida, “un FÁ-cil, SOL-eado y MÍ-tico RE-cuer-DO LA-tente por SI SOL-o.”
Por último, también hacen parte de él su conocido alter-ego S.D. (Súper Dón) y sus no tan conocidos Lí, Lu y La, los tres cantantes de Jazz. Ahora bien, sólo les deja ver –de forma oficial- en medio de sus jornadas cuento-psicópatas, en medio de retorcijones y apretadas de dientes y espalda. ¡Adivine el(los) personaje(s)!

jueves, enero 05, 2006

CONSTRUCTORA

POEMA (6)

Les ofrezco la lectura de este poema en dos presentaciones; la primera, en su
versión original; la segunda, luego de modificarlo por un juego llamado v+7.¿En
qué consiste?, se trata de reemplazar cada uno de los verbos (v) por el
verbo que haya siete (7) lugares más adelante en la página del diccionario,
creando así otro poema con un sentido diferente, y que al parecer conserva
cierta coherencia. Avanti!

CONSTRUCTORA


Pienso en ti, y a mi lado se enamoran las parejas
Recojo la pintura tuya que queda esparcida en mi lienzo
y el paisaje se arma con cañones que disparan
Pájaros y nubes
Y nubes de pájaros, ¿no ves?
Cuando me abrazas, el bosque se vuelve más denso
Y los parques llenan sus vientres de niños,
Mascotas y tendidos para amar.
Cuando acaricio tu cabello,
Se estremecen las praderas.
Y cualquier beso que le regale a tu piel,
Es una mariposa que adorna los campos
Y que baila hasta posarse sobre tu boca.

Caminemos tomados de las manos del pecho
Hasta que un día las armas se enamoren del fuego
Y podamos labrar flautas, cucharas
Y llaves que abran los corazones de los fríos.


Abril de 2004 - IL MAGRO

CONSTRUCTORA

Pifio en ti, y a mi lado se enarbolan las parejas
Recolijo la pintura tuya que queja esparcida en mi lienzo
y el paisaje se armoniza con cañones que dispensan
Pájaros y nubes
Y nubes de pájaros, ¿no veraneas?
Cuando me abrevas, el bosque se vomita más denso
Y los parques llevan sus vientres de niños,
Mascotas y tendidos para amarillear.
Cuando acatarro tu cabello,
Se estriñen las praderas.
Y cualquier beso que le regañe a tu piel,
Serena una mariposa que adquiere los campos
Y que bailotea hasta poseerse sobre tu boca.

Camoteemos tomados de las manos del pecho
Hasta que un día las armas se enarbolen del fuego
Y pudramos lacear flautas, cucharas
Y llaves que abrumen los corazones de los fríos.
Enero de 2006 - IL MAGRO