Revista Contante y Soñante 9

jueves, febrero 10, 2011

Póngale el título al cuento

En el ensayo de esta mañana de los cuenteros de la Corporación Cultural VIVAPALABRA estuvimos haciendo un ejercicio de escritura rápida de cuento (10 minutos) a partir de P.I.L.O.(Personaje, Intención, Lugar y Objeto) + palabras. Las reglas fueron: P.1) El Gato con botas, P.2) Carro. I.) Ellos dicen: ¡Salta! Y tú preguntas -¿Qué tan alto? L) El Infierno. O) Una batidora eléctrica. Palabras: Lengua y billetera. Versión: En futuro. Esto fue lo que escribí (no le he cambiado ni le he corregido nada), falta que ustedes le propongan un nombre.

Tolete era un ladrón, un desadaptado, un antisocial, un truhán, un criminal. Había cometido cuantos actos tenían una prohibición en el código y lo peor de todo es que no reparaba en quién fuera su víctima. No era un Robin Hood, que les robaba a los ricos para beneficiar a los pobres, no. Había timado a pobres, herido a débiles, matado a inocentes, engañado a honestos y ultrajado a piadosos; lo que más hacía era robar: identidades, besos, ideas, pantalla... Era un gato, como se le dice a los ladrones. Por eso, el destino le tenía acumulada una cuenta tan larga por cobrar que todo conspiró para que muriera antes de lo escrito para que pudiera pagar lo debido; hoy murió este gato, Tolete.

Ya que ha muerto, Tolete ha ido a parar directamente al infierno y lo que pase a partir de ahora es menester de tiempos venideros.

Cuando llegue, el gato pasará por todos los círculos del infierno hasta llegar a la peor entrada del tártaro, aquella reservada a quienes deben hacer todo el recorrido. Tocará la puerta y será recibido como héroe, por su maldad. Pero como su naturaleza de gato se lo dictará, no querrá cumplir con su condena, por lo que buscará la forma de robarse el tiquete hasta la salvación. Allí utilizará todo lo que tenga a mano para escapar; se dará cuenta de que no solo la gente va a parar allí, también los animales y los objetos malditos.

Si alguien dijera: “¿dónde estará mi maldita billetera?”, ésta de inmediato se irá hacia lo más profundo del abismo. Así, pararán allí llaves, celulares, pañuelos, condones, perros.

En su caminar, El Gato encontrará una maldita batidora eléctrica que alguien acabara de maldecir, la que usará para fraguar su huida, guardándola en su chaqueta. Notará que las llaves de las puertas de cada círculo estarán dentro de la billetera (otrora maldita por un alguien en la tierra) del mismísimo Leviatán. El Gato leviantará su mirada codiciosa y le gritará al diablo: “Tomaré tus llaves y me largaré de aquí, robándote el placer de torturarme por toda la eternidad”. A esto Belcebú le dirá: -Si lograras alcanzarme. Acto seguido, se trepará del techo del infierno y le soltará la cadena al can cerbero, que correrá de inmediato a morder al Gato. En ese momento aparecerán de la nada unas malditas botas con suela de goma que El Gato utilizará para alcanzar las llaves guardadas dentro de la maldita billetera de Satanás.

Comenzará a saltar, cada vez más alto, cada vez más lejos del piso, pero más cerca del diablo. Finalmente alcanzará la billetera del Putas, arrancándole además el pantalón y dejándolo en calzoncillos. El Putas en Calzoncillos gritará, a tal punto de que el can cerbero corra tanto que llegará cerca de El Gato, pero éste, en un rápido movimiento sacará de su chaqueta la maldita batidora eléctrica y la encenderá justo en el mismo instante en el que el perro demoníaco se abalanzará sobre El Gato, apresándole la lengua entre las aspas y desprendiéndosela de un solo tirón. Pendiente de todo esto estará un ángel caído, que se encontrará en el infierno luego de haber tropezado en el cielo. En ese instante saltará de las penumbras y le dirá a El Gato: -Yo te ayudaré a escapar, móntate en mí. El Gato, ni corto ni perezoso, saltará sobre la espalda del ángel y emprenderá la huida.

Pasarán uno, dos, tres círculos sin problemas, pero en el último les caerá una lluvia que le mojará las alas al ángel dejándolo inservible sobre un terreno árido e hirviendo. Al ver esto, El Gato recurrirá a la maldita batidora eléctrica y empleando la lengua del can cerbero como polea de las aspas, la halará, poniendo las aspas a girar de tal manera que actuarán como un motor y el ángel, como un carro, llevándolo muy cerca del borde de éste círculo. Poco antes de llegar se le acabarán las baterías a la maldita batidora, y el ángel caído le dirá: ¡Salta! A lo que El Gato preguntará: ¿Qué tan alto?

Y exhalando su último aliento, el ángel, le dirá: -Hasta el cielooooo…


Mauricio Patiño Acevedo

Cuentero de VIVAPALABRA

Medellín

martes, enero 25, 2011

Encuesta abierta para el Campeonato Mensual de Cuento Improvisado de la Corporación Cultural VIVAPALABRA

En la Corporacion Cultural VIVAPALABRA queremos comenzar un nuevo programa mensual, que sirva tanto para poner en permanente práctica a nuestros cuenteros y estudiantes, y a los narradores de la ciudad, como para el disfrute de nuestro público. Es por eso que proponemos un Campeonato Mensual de Cuento Improvisado.

Dicha idea surgió del programa "Viernes del Trovador", espacio que desde hace varios años se toma todos los primeros viernes del mes en nuestra corporación. En este programa mensual, los trovadores de ASTROCOL ponen a prueba sus destrezas para el repentismo en un minitorneo de una sola noche, participando en una sana competencia en la que luego de varias tandas de diferentes tipos de trova paisa eligen a un "Rey de la Noche".

La primera semana de cada mes en VIVAPALABRA tiene una programación especial: Jueves de Tertulia Cultural LA LENGUA (con la libre participación del público asistentes y artistas invitados), el mencionado Viernes del Trovador, y a partir de febrero de 2011 el propuesto Campeonato Mensual de Cuento Improvisado.

Para que la construcción de este nuevo programa sea colectiva queremos que sus opiniones orienten detalles de la programación y metodología del evento, por esa razón les pedimos que respondan las siguientes preguntas con la sinceridad del caso.