Revista Contante y Soñante 9

viernes, febrero 10, 2006

ENTREVISTA A ANTOINE

Por IL MAGRO
INTERROGACIÓN-Entrevista (4):

I.M. ¿QUIÉN SOS VOS?
A.: Bueno, primero que todo buenas tardes para todos y todas que estén recepcionando este mensaje, mi nombre es Antonio José Vásquez, soy antioqueño de nacimiento y de sentimiento; soy librero y trabajo aquí en una librería muy importante y muy bonita que se llama El Callejón de las Palabras, aquí trabajo desde hace un año y medio, y me he sentido muy feliz, muy contento, porque he sentido que es mi mundo, que es mi vida, y siento que voy a dedicar gran parte del resto de mi vida a este oficio tan bello. Yo soy un ser humano que siempre, desde que estaba muy “sardino”, me he sentido apasionado por el mundo de la cultura, por el mundo de la literatura y el arte, es decir, en otras palabras, el centro de mi vida siempre ha sido todo lo relacionado con la cultura; pero más especialmente la literatura. Y ya, pues, dentro de ese mundo literario hay muchas secciones, subsecciones –si se me permite el término-, pero de todas maneras yo siento que siempre voy a estar dedicado y que consagraré el resto de mi vida, de lo que la Divina Providencia me de a la literatura y a la cultura en general.

I.M. Ya me respondiste dónde naciste, que es Antioquia; ahora ¿Dónde morirás?

A.: Bueno, muy interesante la pregunta, ¿dónde moriré?, en ese sentido si me siento muy identificado con el gran poeta peruano César Vallejo, yo también quisiera morir en París, en un jueves de lluvia eterna, esas lluvias eternas que suelen haber en París y en general en muchas ciudades de Europa, en casi toda Europa; yo quisiera morir en París, de viejo, leyendo a Proust, a Marcel Proust que siempre ha sido mi autor de cabecera, mi autor preferido, el autor que me hizo cambiar mi visión del mundo, de la vida, de las cosas; yo pienso que difícilmente volveré a encontrar un autor superior a Marcel Proust. Entonces quisiera morir en París en una cama muy confortable, con la mujer amada y leyendo a Proust.

Años, 37.

I.M. Teniendo en cuenta tu programa de radio (en la emisora de la U. De A.), cuál es la situación que vos ves en Medellín con respecto a los medios de comunicación y a la utilización de ellos?

A.: Amigo, mira, te cuento con respecto a esta pregunta, te comento que yo siempre he sido, no solamente ahora, sino siempre, desde hace muchos años atrás, un eterno inconforme con la mayoría, no digo que todos porque uno no debe generalizar, pero la mayoría de los medios de comunicación siempre me han defraudado, yo siempre he sido un crítico acérrimo de gran parte de los medios de comunicación, tanto de la radio y de la televisión, como de la prensa. ¿Por qué razón?, porque siempre he percibido o me he percatado que esos medios de comunicación que yo critico han sido idiotas útiles de los factores que han desestabilizado, que han llevado a nuestro país a la violencia, al terrorismo, a la barbarie, a la infamia, a la crueldad; y pienso que estos medios y muchos periodistas importantes que no viene al caso mencionar, pero que son muy famosos han sido culpables directos de gran parte de los males de este país, por lo tanto yo soy un enemigo declarado de esos medios de comunicación y de esos periodistas. Sin embargo, quiero hacer una pequeña excepción, esta crítica que acabo de comentar se refiere al periodismo en general, pero, sin embargo, quiero resaltar que ya en los medios culturales, en los medios que tienen que ver con la cultura, sí pienso que hay una diferencia muy notable, porque estos medios de comunicación tanto regionales como nacionales, se han esmerado mucho en publicitar la cultura. En nuestro país existen muchas revistas literarias, revista, periódicos literarios, donde se les da importancia y prioridad a la cultura, al arte, a la literatura. Entonces la crítica que yo hago a los medios de comunicación tiene como excepción los periodistas que han dedicado su vida a la cultura, para citar un solo ejemplo: en Bogotá hay un periodista cultural que yo admiro muchísimo y que siempre admiraré, lo quiero muchísimo, es un periodista cultural que se llama Bernardo Hoyos, supongo que ustedes sabrán de quién se trata, Bernardo Hoyos es el periodista que presenta ese programa tan bello que dan los viernes por la noche, que se llama Cinearte, él lo hace en compañía de otra periodista también especializada en cine que se llama Diana Rico. Entonces Bernardo Hoyos es un periodista que yo quiero y admiro mucho, además porque tuve el honor de conocerlo alguna vez hace como unos ocho años atrás aquí en la Universidad de Antioquia; de manera a esos medios de comunicación tiene como excepción a los que trabajan la cultura.

I.M. ¿ Considerarías al libro o la novela como medio de comunicación?

A.: No, yo nunca he considerado que los libros, la literatura, las novelas o que los dramas o poesías sean un medio de comunicación, no. Yo pienso que los libros relacionados con cualquier género literario, ya sea novela, cuentos, poesía o ensayo, pretenden transmitir es otro tipo de contexto socio-cultural, no de ninguna manera lo que me preguntas, esa es otra perspectiva, otra visión diferente.

I.M. ¿ Cuál es tu libro preferido?

A.: (risas) Mi libro preferido..., hay muchos, hay tantos libros preferidos, pero realmente el libro que más me ha marcado en mi vida y que no es un solo libro, sino que son siete tomos es la obra de Marcel Proust, el autor que precisamente hablé ahorita que es mi autor preferido, que es esa gran novela que se llama “En Busca del Tiempo Perdido”, que está dividida en siete tomos y que en total son dos mil 500 páginas, ése es mi libro preferido. Ya dentro del plano de la literatura universal, pero hay otros libros que también me han encantado, entre ellos Cien Años de Soledad, en general de García Márquez; o los libros de Juan Rulfo que fue el primer autor que yo descubrí en mi vida. El primer autor que yo leí con atención, con interés en mi vida fue Juan Rulfo, cuando tenía 14 años, cuando era un “sardino” de 14 años, que estaba en tercero de bachillerato -lo que ahora se llama octavo-, yo recuerdo que yo dejaba de hacer las tareas por leer a Juan Rulfo, entonces, de manera que ese fue el primer autor que me cautivó, pero realmente mi libro y mi autor preferido sí es “En Busca del Tiempo Perdido”, de Marcel Proust.

I.M. ¿ Vos escribís?

A.: Actualmente no, actualmente ya no escribo. En el pasado sí escribí, mucha prosa, cuentos, ensayos; pero muchos de esos escritos que hice preferí destruirlos porque consideraba que estaban mal hechos, no tenían ningún valor, ningún mérito, así que decidí destruirlos. No sé si algún día me arrepienta de ello, pero de momento pienso que hice bien en haber destruido esos escritos. Más bien lo que estoy pensando ya que ahora, actualmente, he tomado un segundo aire en mi vida, después de un tiempo de depresión que tuve, una época, un período de depresión, ahora que he tomado un segundo aire espero más bien sentarme con más disciplina, porque ese era otro factor, yo anteriormente lo que escribía no lo hacía con disciplina ni con la devoción que se requiere, pero ahora que ya estoy un poco más adulto, más maduro, y que creo tener una formación literaria más amplia que la que tenía 10 ó 15 años atrás, espero volver a escribir. Ése es el proyecto que tengo, escribir nuevamente.

I.M. ¿Qué lecturas recomendarías?

A.: Como mi tipo de lecturas preferidas, como lo he dado a entender, siempre ha sido la literatura, yo recomendaría a los jóvenes, sean muchachos o muchachas o incluso hasta niños que puedan estar recibiendo este mensaje, yo les recomendaría principalmente, que comenzaran leyendo literatura latinoamericana. Más importante que literatura colombiana es la literatura latinoamericana, ¿por qué razón digo esto? Porque nosotros como latinoamericanos que somos, siento que tenemos el deber de tener una panorámica lo más amplia y detallada posible sobre la realidad de nuestro continente o subcontinente latinoamericano, que obviamente al hablar de Latinoamérica estoy excluyendo a Norteamérica, estoy hablando de México allá en el norte, hasta Argentina allá en la Patagonia, allá en el extremo sur de Suramérica. Yo le recomendaría a los jóvenes, a los adolescentes, incluso a los niños, o si de pronto personas de la tercera edad están recibiendo este mensaje, que también se motivaran principalmente por leer literatura Latinoamericana. Literatura en primer lugar, ya en segundo lugar, yo les recomendaría que leyeran historia, también latinoamericana, porque la historia de nuestro continente es una historia que yo siento y pienso que debemos conocer, y me parece increíble que uno pase por esta vida sin tener un conocimiento, una visión de lo que es la sociedad en Latinoamérica, yo pienso que esa es nuestra primera obligación, empaparnos de nuestro continente. Ya posteriormente después de que hallamos leído literatura, historia, incluso, hasta textos políticos, por ejemplo un autor latinoamericano que yo recomiendo mucho es un autor que escribió sobre muchos temas: sobre poesía, sobre novela, sobre textos políticos, que es el cubano José Martí. José Martí a parte de haber sido un gran patriota cubano, latinoamericano, precisamente, en el cual se ha inspirado mucho el presidente Fidel Castro para seguir la huella de él, Fidel Castro ha tomado mucho la huella de José Martí para construir la revolución cubana, revolución que inició precisamente José Martí, fue el que dio los primeros pasos en la revolución cubana, sólo que hasta ahora, con Fidel y con su hermano Raúl Castro y con Che Guevara la revolución cubana se pudo consolidar, hasta ahora que ya está cumpliendo 47 años, precisamente esta semana los está cumpliendo. Pero el primer inspirador fue él y yo lo recomiendo mucho porque él escribió muchos libros sobre diferentes temas, ante todo fue un poeta, un gran poeta latinoamericano, y la obra principal de Martí fue la poesía, pero él a parte de poesía escribió ensayos literarios, cuentos, incluso hasta escribió cuentos para niños. José Martí escribió aproximadamente unos 40 o 45 cuentos para niños y también escribió muchos textos sobre política, textos en los cuales precisamente, él critica duramente el imperialismo norteamericano.
Entonces después de leer sobre Latinoamérica, yo recomendaría que ya ahí sí se hiciera una proyección hacia Norteamérica, hacia Estados Unidos; porque si bien es cierto que a Estados Unidos lo odiamos desde el punto de vista político, sin embargo no podemos desconocer la importancia de su cultura, de su literatura. Estados Unidos ha producido muchísimos grandes escritores, importantes, escritores que incluso yo mismo siendo un crítico de la sociedad de Estados Unidos los he leído, por ejemplo: William Faulkner, un gran novelista, un gran escritor que hay que leerlo; John Dos Pasos, Scott Fiztgerald, Ernest Hemmingway, Walt Withman con su “Canto a Mí Mismo”; tantos escritores..., Edgar Allan Poe, Nathaniel Hawkthorne, Dreissel, bueno, y muchos otros que se me escapan en el momento. Más recientemente Tomás Pinchon, es otro gran novelista norteamericano; Paul Oster, que ha escrito muchas novelas y guiones para cine, Oster es uno de los grandes escritores jóvenes que hay en el momento, de manera que mis críticas y odio hacia Estados Unidos de ninguna manera tocan su campo cultural, su campo literario, hay que leer a los escritores de E.U.
Ya después de leer a los escritores de Latinoamérica, de E.U. y Canadá, ahí sí podemos dar el salto a Europa, porque la literatura y la historia en Europa también son riquísimas, importantes. ¿Cómo se va a abstener uno de leer a los escritores franceses, a los españoles, o a los ingleses como Charles Dickens que es un gran novelista del siglo XIX?.
En fin, hay muchos escritores, ya para terminar esta respuesta, yo sugeriría que el proceso que se debe llevar es ése, leer literatura latinoamericana, después norteamericana, ya después europea, y después se puede pasar a literatura africana que también es un muy muy bella, la literatura asiática con Japón a la cabeza, o China, China también ha producido una literatura muy bella, muy bien hecha, y por último la literatura de nuestro país. Yo sé que esto que estoy diciendo de pronto, quizás, puede sonar a antipatriota, porque muchos dirán: “-Pero, ¿cómo es posible que Antonio recomiende dejar a su país, a Colombia, para lo último?”
Eso yo no lo digo peyorativamente, como que nuestro país deba ser lo último, no; sino que yo pienso que uno primero debe conocer el mundo ajeno, no solamente ahora, sino toda mi vida he manejado ese concepto, que uno primero debe conocer el mundo ajeno a nuestro país, y ya posteriormente, no por menospreciarlo, sino que ya después, leyendo el mundo, uno puede tener más argumentos, más bases para interpretar su país.

Entrevista realizada el viernes 6 de enero de 2006 en la librería El Callejón de las Palabras, en el centro de Medellín.

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